Era domingo y como de costumbre todos los miembros de la familia se habían
reunido en la casa de los abuelos. Habían decidido tener un día de descanso y así, después de
una sabrosa comida con paella, cochinillo asado y ensalada acompañada de vino tinto, se
quedaron en el comedor.
No tenían ganas de hacer nada más que charlar y bromear. Cada persona compartió un
chiste y ahora le tocó el turno al abuelo Raúl.
Mientras él les relataba una historia de su aventurera juventud, Alfredo, su nieto de
cinco años, trató ansiosamente de interrumpirlo para decirle que alguien estaba metiendo un
palo por la ventana. Todos estaban tan entretenidos con el cuento del abuelo que no le
hicieron caso.
Más tarde Raúl decidió ir a preparar unos churros con chocolate caliente en la cocina
para toda la familia. Al voltearse, se sorprendió cuando vio el palo con un recado colgado de
la ventana. El recado decía:
Aquí tiene su billetero. La próxima vez asegúrese que tenga dinero.
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